Prohibido Prohibir
10/Marzo/2023
Javier Jaramillo Frikas
¿Sirven las comparecencias? No. Deberían ser útiles.
Hasta el momento, los que han ido al Congreso llevan un solo mensaje a los legisladores: provocación creada por la desesperación de una administración fallida, como probado esta es la de Cuauhtémoc Blanco.
Voraces, la pandilla del ejecutivo —que son unos cuantos, no pasan de diez— han saqueado las arcas del Estado en 4 años y cinco meses. La sociedad ya lo registró, y van a pagar.
Así, las comparecencias solo sirven para que las frágiles piezas encargados o secretarios que envían con respiración artificial a ver quien se engancha de los quince diputados. Y el bloque de los otros cinco realicen apariciones fugaces “espectaculares” con dirección a “Residencia” —no es un bar, se trata lo que hace años funcionará como Casa de Gobierno— para que los anoten en la pensión.
En la política real es contundente la aritmética y se aplica con precisión:
Dos más dos son cuatro.
Cinco más quince son veinte.
Y quince más cinco son MAYORÍA CALIFICADA.
No es lo mismo. Tampoco es igual.
Si los cinco afines a Cuauhtémoc y Flotilla determinarán, el resto de diputad(@) estaría, perseguidos, presos o desterrados, si la decisión partiera del ex-futbolista y pésimo jugador del oficio político.
No se confundan en el Congreso ninguno de los veinte con curul:
Cuauhtémoc, su carnal Ulises y Banda, están sin oxígeno y no por malas acciones de sus adversarios. No. Sus equivocadas y desmedidamente corruptas acciones hoy tienen una consecuencia, y esa no la salva ningún discurso emocionado, épico o plano de legisladores afines y contrarios.
Es una batalla desigual si de pelear se trata. Cuauhtémoc y su naturaleza han construido ese bloqué de quince que, de pronto, olvida que no son solo absoluta mayoría, sino que en sus manos está terminar con esta farsa burocrática llamada Comparecencias y quitar a Blanco por la simpleza gigantesca que ha fracasado, nos salió muy ladrón y nunca va a aprender.
La campaña sonó y es para poner fin al negro episodio del famoso ex futbolista conversó en el más grande fracaso de la vida pública en la Historia de Morelos. ¡Nada más!
Y no, en salones o sitios legales de PARES, esa condición se gana social y moralmente colocándose, auténticamente, del lado de LA GRAN Necesidad de los morelenses. Y no es así.
Para acabar temprano:
Los cinco sirven, claramente, a los intereses de un gobernador sin resortes que lo sostengan. Los otros, esos y esas quince, deben poner fin, por salud pública, a las puestas en escena que es la pasarela de piezas de un aparato inservible, como probadamente lo es, este gobierno sin rostro, sin acciones, perverso y por tanto fallido, que encabeza un sujeto sin escrúpulos.
No se trata quien de los 20 ama mas y cuida del proyecto del presidente López Obrador. A él sobra quien lo quiera y lo seguirán.
No. Aquí necesitamos conocer y creer los morelenses quien de esos veinte, respeta su tierra, batalla por Morelos, y no por poner red de Proteccion a una caída que aunque no se haga legal ni inmediato, está decretada por los hechos:
Un pájaro del mal que cae.
Ojalá lo entiendan, porque el ex-10 ya lo entendió y manifestó:
—-“Ellos tienen el poder, hay que pedirles entonces”, cuando en su mal trazada banquetera admitió lo que es un hecho:
Perdió el poder.
¿Entonces diputados, veinte, cinco, quince?
Morelos los espera. Y Morelos premia o castiga.
O pregúntenle al Cuau. Ahí está pero YA NO ESTÁ…
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